Aficionados del Brujas toman la Plaza del Castillo de Pamplona
La pasión por el fútbol ha dejado su huella una vez más en las calles de Pamplona. Esta vez, el epicentro de la fiesta ha sido la Plaza del Castillo, donde desde las primeras horas del día, decenas de seguidores del Brujas, el reconocido equipo belga, han establecido su campamento base.
Los entusiastas aficionados han elegido como puntos de encuentro las terrazas del Café Iruña y el Bar del Castillo. A pesar del intenso calor que los ha llevado a prescindir de sus camisetas, no han dejado de ondear con orgullo las grandes banderas de su equipo, añadiendo un toque de color al paisaje del centro pamplonés.
El tradicional kiosko, un espacio usualmente reservado para celebrar los triunfos del equipo local Osasuna, ha sido temporalmente ocupado por las banderas del Brujas. Entre las inscripciones destaca una que rezaba: «Del Brujas hasta la muerte».
El compromiso del presidente del Brujas, Bart Verhaeghe, no se quedó atrás. Después de participar en las recepciones institucionales junto a su homónimo de Osasuna, Luis Sabalza, Verhaeghe decidió experimentar la atmósfera festiva de la ciudad. Fue visto en el Café Iruña, donde interactuó amistosamente con los aficionados de su equipo. «Hace mucha calor, pero lo estamos pasando muy bien y esta ciudad es muy bonita», expresó el presidente belga.
Tranquilidad antes y después en Pamplona
Afortunadamente, y a pesar de la gran cantidad de aficionados, no se reportaron incidentes en las horas previas al encuentro deportivo. La Policía Nacional mantuvo una vigilancia constante en la zona y acompañó a los aficionados desde el centro de Pamplona hasta el estadio El Sadar. Si bien la mayoría de los seguidores optó por dirigirse al estadio en los últimos momentos, algunos grupos se les avistaron caminando con entusiasmo por la Avenida Zaragoza hacia el coliseo navarro.
El ambiente festivo y deportivo que se vive en las calles de Pamplona es una muestra clara del poder unificador del fútbol y de cómo este deporte puede traer alegría y camaradería a una ciudad.