El talentoso jugador, Aimar Oroz, ha retomado los entrenamientos con el club rojillo, Osasuna, después de unas merecidas vacaciones tras su participación en el Europeo con la selección. El joven oriundo de Tajonar ha dejado huella en los corazones de los aficionados, quienes anhelaban que fuese el heredero del emblemático número ‘10’, que anteriormente portaba Roberto Torres.
El pasado martes, Oroz sorprendió a todos sus seguidores al revelar en un emocionante vídeo su nuevo dorsal, el número ‘10’, que carga con una gran responsabilidad al haber sido usado por un jugador de la talla de Torres. Sin embargo, el impacto del mediapunta en la temporada anterior fue sobresaliente, demostrando su valía y justificando plenamente la apuesta que el club realizó por él en 2022, cuando le ofrecieron una renovación hasta el año 2026 con una cláusula de rescisión de 28 millones de euros.
Jagoba Arrasate, el entrenador de Osasuna, no duda en seguir confiando en este diamante en bruto de la cantera, considerándolo uno de los principales referentes del equipo. Su influencia en el juego ha sido trascendental, formando un tándem letal junto a Moncayola, Torró y Moi Gómez, lo que ha impulsado la maquinaria rojilla a un rendimiento excepcional.
El próximo fin de semana, Osasuna se medirá en dos encuentros amistosos en Francia, enfrentando a Girondins de Burdeos y Toulouse, y se espera que Aimar Oroz estrene su nuevo número ’10’, continuando así su impecable actuación y brindando a los seguidores de Osasuna esa magia y visión de juego que tanto los ha emocionado y llenado de alegrías. La afición navarra no puede esperar a ver brillar una vez más a esta prometedora estrella sobre el terreno de juego.