En la vibrante noche posterior a las elecciones, la Casa del Reloj se convirtió en el epicentro de la celebración política tras los comicios del 23-J. Entre un ambiente cargado de calor y festividad, políticos de distintas formaciones se dieron cita para brindar y festejar los resultados obtenidos.
En la primera planta del edificio, donde la temperatura alcanzaba los 40 grados centígrados, los miembros de UPN acapararon el balcón, coreando el nombre del flamante alcalde de Tudela, Alejandro Toquero. Aunque mostraron cierta preocupación por el resultado electoral, no profundizaron en su análisis y prefirieron hacer una reflexión posterior. Los políticos regionalistas disfrutaron del «cohete especial” de la victoria, pero también se toparon con gritos polémicos que lamentaron, achacándolos al calor del momento.
Mientras tanto, la izquierda, liderada por los socialistas, se regocijó por el resultado obtenido, calificándolo de histórico desde 1986. La presidenta María Chivite manifestó su entusiasmo, asegurando que este triunfo les dará la fuerza necesaria para liderar «gobiernos de progreso» tanto en Navarra como en España. Además, anticipó que las negociaciones para formar un gobierno avanzaban y culminarían pronto, aunque aún quedaban temas pendientes.
Contigo Navarra, por su parte, también celebró sus avances, a pesar de haber perdido su única diputada. La portavoz Begoña Alfaro expresó su satisfacción y confianza en lograr un gobierno para Navarra en breve. Sin embargo, lamentó los gritos y pidió respeto durante las celebraciones.
La Casa del Reloj fue testigo de una noche de emociones encontradas, donde la política nacional, foral y municipal convergieron, dejando claro que el panorama político seguirá siendo motivo de interés y debate en los próximos días.