padre hijo desaparecidos

Encontrados los cuerpos del padre e hijo desaparecidos este lunes en Navarra

Los peores presagios se han confirmado. En la mañana de este martes 7 de noviembre, se encontraron los cuerpos sin vida del hombre y su hijo de siete años, padre e hijo, quienes habían estado desaparecidos desde el lunes por la tarde en Tierra Estella. Los cuerpos serán trasladados al Instituto Navarro de Medicina Legal y Ciencias Forenses en Pamplona para realizarles una autopsia.

Desde la tarde del pasado lunes, cuando la madre del niño denunció su desaparición, se organizó un operativo de búsqueda que incluyó a la Guardia Civil, en colaboración con SOS Navarra, Bomberos, Policía Foral y el Guarderío de Medio Ambiente. Juntos, llevaron a cabo la búsqueda de los desaparecidos en la Sierra de Urbasa.

Al parecer, el padre, quien se encontraba separado de la madre, recogió al niño de la escuela el viernes por la tarde. Según el acuerdo, el padre debía llevar al niño a la escuela este lunes, pero cuando la madre fue a recogerlo por la tarde, se le informó que el niño no había asistido a clases.

Tras la denuncia y el despliegue del operativo de búsqueda, se encontró el automóvil del padre en las cercanías del Balcón de Pilatos, en la Sierra de Urbasa, durante la tarde-noche del lunes, aunque no se halló rastro de ellos. Los cuerpos sin vida se han descubierto en las primeras horas de la mañana de este martes.

La autopsia apunta a que ambos murieron por los golpes de la caída

Las primeras conclusiones de las autopsias realizadas el martes en el Instituto Navarro de Medicina Legal y Ciencias Forenses a los cuerpos del hombre y el niño encontrados sin vida en la Sierra de Urbasa sugieren que el padre, de 54 años, se precipitó al vacío mientras sostenía a su hijo, de 7 años.

Las necropsias efectuadas en Pamplona han descartado la asfixia o el estrangulamiento como causa de la muerte del niño y han confirmado la ausencia de sustancias tóxicas en ambos cuerpos.

Ambos cadáveres mostraban lesiones compatibles con una caída desde una altura de aproximadamente 200 metros. En particular, el niño presentaba menos lesiones, lo que sugiere que su caída pudo haber sido amortiguada, posiblemente al ser abrazado por su padre, según informaron fuentes judiciales.

Para esclarecer los eventos que llevaron a esta tragedia, los agentes de la UOPJ (Unidad Orgánica de la Policía Judicial) de la Guardia Civil de Navarra, bajo la supervisión del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Estella-Lizarra, están investigando los pasos previos que dieron el hombre y su hijo antes del trágico incidente. Esto incluye la toma de declaraciones de personas cercanas, el análisis de grabaciones de cámaras de seguridad y la inspección de la furgoneta.»