Este viernes, 7 de julio, Pamplona celebra su día más importante de las festividades con la tradicional procesión en honor a San Fermín, en la que participará la Corporación municipal al completo.
A las 9.55 horas, la Corporación se dirigirá desde la Casa Consistorial hacia la Catedral de Santa María, acompañada por la comparsa de Gigantes y Cabezudos, La Pamplonesa, txistularis, gaiteros, timbaleros, libreas o maceros, entre otros, para encontrarse con el Cabildo Catedralicio.
Desde allí, juntos, se dirigirán a la Capilla de San Fermín, donde se llevará al santo en procesión por las calles del Casco Antiguo.
Es importante destacar que, por primera vez en la historia, una mujer será la portadora de la imagen del santo.
Miren Goñi acompañaba a los otros 11 portadores que, en relevos de seis, llevaban a San Fermín por las calles del Casco Antiguo.
Según tradición consuetudinaria, cada portador era dueño de su puesto para ponerlo a disposición de otras personas. Miren Goñi ocupaba el puesto de su hermano, como hacían años atrás también su padre y su abuelo. Vecina de Barañáin, de 29 años, Miren Goñi reconocía vivir ese momento «con ganas y mucha ilusión» y esperaba disfrutar de la procesión «desde dentro, después de haberla visto muchos años desde fuera».
Compartía el momento con su hermano Manuel Goñi y con su tío Jesús Mari Goñi, pero también con José Manuel Calavia, Fermin Martínez, Iñaki Górriz, David Zandueta, Juan Manuel Martínez, Íñigo Moral, Óscar Moral, Ángel Yanguas y Carlos Solchaga, todos portadores del santo.
A lo largo del recorrido de la procesión, tenían lugar los tradicionales ‘momenticos’, como la jota de Canta et Yanta ‘Querían todos cantar’ en la confluencia de San Antón y Taconera, la jota al ‘Glorioso San Fermín’ en la plaza del Consejo interpretada por la Coral Santiago de la Txantrea, la del ‘Pocico’ de San Cernin en la que se colocaban flores en la peana del Santo al son del ‘Agur Jaunak’ o la jota de Los Amigos del Arte en la calle Mayor.
Los anexos del Reglamento de Protocolo, Ceremonial, Honores y Distinciones del Ayuntamiento de Pamplona, tenían constancia de que en 1591 el obispo Fernando de Rojas fijó definitivamente la procesión de San Fermín en la mañana del 7 de julio.